En 2001 llegó a Puerto Panul de San Antonio la grúa alemana FAM, que sumó modernidad y potencia a la descarga de granos, materia prima destinada para el consumo de animales como el pavo, cerdo y pollos, además para la fabricación de productos alimenticios para las personas.

Dicha máquina es la única en su categoría en la región y es capaz de movilizar más de 700 toneladas por hora gracias a su poderosa pala, estructura diseñada de un resistente acero.

Así lo describe el sanantonino Víctor Moreno (56), quien es operador en Puerto Panul y ha podido ver la evolución del sistema portuario, destacando, entre otras cosas, los avances de las grúas.

“Este es un modelo que mide aproximadamente 60 metros de alto y tiene una pala que pesa 16 toneladas, lo suficiente para optimizar los movimientos que se hacen por turno. Normalmente estamos rematando (terminar la faena de descarga) una nave granelera en un promedio de tres días”, explicó Moreno.

Además, comentó que “con los comandos de la cabina uno le da alcance al brazo de la grúa para verla en su totalidad, todo eso depende de la visión que necesitas. Está equipada con aire acondicionado y cuenta con dos joysticks, el derecho es para abrir y cerrar, mientras que el izquierdo sirve para girar”.

Para llegar a la cabina el operador tiene que subir una escalera manual, momento donde debe mantener la concentración para evitar posibles accidentes.

Parte de los elementos que se descargan en Puerto Panul son la harina de soya, procedimiento en el que se requiere una retroexcavadora.

“En la bodega se hacen murallones de harina y eso lo va tirando el operador de la retroexcavadora, que también nos apoya a nosotros para sacar la carga. En casos la harina viene muy compactada y por eso se necesita esta asistencia”, dijo.

Moreno concluyó que uno de los desafíos de este trabajo es “mejorar la conectividad con los clientes. Todo es una cadena logística en la que no puede fallar nada, pero con los años se ha visto una evolución tecnológica importante en el puerto”.