Actualmente, la Autoridad Marítima establece un límite operacional para la altura de ola significativa entre 1,8 y 2 metros para naves de 300 metros de eslora o más. No obstante, recientes pruebas realizadas en el prestigioso laboratorio HR Wallingford, en Oxford, Reino Unido, han revelado que el Puerto de San Antonio puede operar de forma eficiente y segura bajo condiciones más exigentes.
Estos resultados abren la posibilidad de operar con naves de hasta 367 metros de eslora y con una altura de ola significativa de 2,5 metros. Este avance no solo reafirma la capacidad técnica del puerto, sino que también fortalece su competitividad estratégica al:
- Reducir tiempos de inactividad y ofrecer mayor flexibilidad ante condiciones climáticas adversas.
- Atraer nuevas rutas y mayores volúmenes de carga: Posicionando a San Antonio como un puerto estratégico para la operación de buques de gran tamaño.
- Impulsar el desarrollo económico local y nacional: Generando empleo, estimulando actividades conexas y consolidando el rol del puerto como motor logístico clave en Chile.
Para materializar este avance, se requiere complementar estas pruebas con análisis adicionales de aceptabilidad y ensayos físicos directamente en el puerto. En este contexto, EPSA liderará las gestiones necesarias para actualizar las autorizaciones operacionales ante la Autoridad Marítima. Este proceso incluirá:
- Presentación de informes técnicos y resultado de simulaciones
- Implementación de ajustes necesarios en infraestructura y programas de capacitación.
- Monitoreo constante de las operaciones para garantizar los más altos estándares de seguridad y eficiencia.
Este esfuerzo no solo refuerza el compromiso de Puerto San Antonio con la excelencia operacional, sino que también consolida su posición como un eje estratégico en la logística marítima global.